sábado, 26 de agosto de 2017

Desorden y Falta de estrategia. Algunas ideas luego de semana clave para la Educación.

CONES en marcha 24 de agosto 2017. Créditos foto: Agencia Uno.
Esta semana, aunque muchos no se hayan dado por enterados, ha sido una semana de movilizaciones para los distintos actores del mundo de la educación. Por una parte, tenemos las movilizaciones locales de las universidades estatales, donde destaca la Universidad de Chile, con todos sus estamentos movilizados, en búsqueda del rechazo a la idea de legislar del proyecto de Universidades estatales, ya que este último relativizaría enormemente la autonomía de las comunidades universitarias con la creación de una nueva institución reguladora de la universidad que tendría miembros electos por parte del ejecutivo, generando una interven
ción que las distintas comunidades de ninguna manera pueden aceptar.

Pero, por otra parte, y básicamente en lo que me quiero centrar, están las movilizaciones de estudiantes secundarios y profesores por el Proyecto de Nueva Educación Pública. Proyecto que, fuertemente defendido por los sectores más progresistas de la Nueva Mayoría, no des mercantiliza, y peor aún, consolida tremendamente las lógicas subsidiarias neoliberales que son la base de la desigualdad del sistema educativo. Esto ocurre con la generación de Servicios Locales que mantendrán la administración de los ex colegios municipales, los cuales serán dependientes de una “Dirección General de Educación” proveniente del Mineduc, y que si bien, por fin saca los colegios de los municipios donde muchas veces se perdían, o, directamente robaban los fondos, manteniendo la educación pública en una terrible situación de precariedad, no cambia el método de financiamiento que condiciona a los colegios a competir en una disputa económica que no pueden ganar: me refiero a la disputa por matricula, aquella que los hace seguir existiendo por su cantidad de estudiantes y que es la base de la segregación socioeconómica de la educación escolar. Este proyecto del que les hablo, este lunes vivía clave jornada en el Senado, donde la derecha quería imponer un método de transición de colegios municipales a esta nueva Dirección General de Educación (uno mucho más lento), amenazando, como siempre, con la llevada del proyecto al Tribunal Constitucional. El problema es que si bien, esto era una discusión importante, porque es el traspaso de los colegios municipales, en ningún momento, y como ha sido la tónica en la conformación de esta ley, se ha cuestionado la forma de financiamiento.

Ante esta situación, uno esperaría que como ha sido siempre, con un proyecto que no cambia cuestiones vitales dentro de la administración de la educación escolar (como lo es el financiamiento), existiera una enorme negativa por parte del mundo secundario, el que también, históricamente ha tomado posiciones más radicales y ha sabido negociar mucho más y mejor que los otros actores del mundo de la educación. Pero la realidad es otra, y tanto la instrumentalización de los distintos espacios de organización secundaria en los últimos años (funcionando más en base a los intereses de las militancias de los representantes de federaciones o asambleas más que a un trabajo de "bases"), la criminalización de cada manifestación convocada por estos, la falta de reformulación de petitorios técnicos de manera pública, y por último, la enorme diferencia de realidades que se generan entre los mismos colegios de cada comuna por su forma de administración, podemos decir que nos encontramos en una de los peores momentos de los últimos años de la organización pingüina, y por tanto, no ha existido una negativa que sea convincente de manera mediática o que se haya logrado hacer notar durante lo que va del año, es más, actualmente y de manera insólita, una de las organizaciones convocantes a la manifestación de este jueves recién pasado, la Cones, llamo a manifestarse para incidir en la reforma y ha tenido todo el año como eslogan (más precisamente desde las discusiones por las indicaciones al proyecto), que no se acepte el pacto de la derecha con la reforma del gobierno sobre la desmunicipalización. 

Más que un error por ignorancia, acá hay un interés claro de quienes viene realmente esa demanda: de las juventudes de gobierno y sus congresos estudiantiles que buscan, según ellos, una ganada concreta aun cuando estás irían en contra de varios petitorios de años anteriores, y porque no decirlo, en contra de aquellos que nos esperanzamos por una educación como derecho social a futuro. Esto podría sonar injusto debido a las federaciones representativas en las que esta organización basa su legitimidad (y de la cual en algún momento participe en su fundación), pero la realidad es que su funcionamiento actual es cada vez más parecido al de la Feses de los años 2000, es decir, de manera mucho más burocrática con un actuar lejano a los estudiantes que dice representar y con un discurso más cooptado por el interés de las agrupaciones políticas hegemónicas. Esto se vuelve complejo cuando quienes hegemonizan tienen intereses creados con un proyecto, o en este caso, son juventudes del mismo gobierno, es decir, la misma situación que estanco a los secundarios en los 90 con los tristes últimos años de la FESES, la cual tuvo que ser quebrada por los estudiantes de la periferia de Santiago por representar más al PPD y al PC que a ellos mismos, cuestión qu extrapolada hoy en día se ve y suena mucho mas grave considerando lo que se legisla hoy en día, supuestamente, una de las demandas históricas levantadas por parte de los secundarios como la desmunicipalización.

Enfrentamientos entre polícia y estudiantes en Lideo de Aplicación este martes.
Por otra parte, la Aces, asamblea que mantiene el histórico nombre de la organización generada el 2000, no ha tenido mayor relevancia mediática, y muchos colegios del centro de Santiago como de otras comunas de la capital, siguen organizándose solo en base a cordones locales o distintas coordinadoras al no verse representados por las dos grandes organizaciones. Lo lamentable de esta situación, no solo es que tienen poca fuerza o legitimidad para emplazar a las autoridades y la sociedad ante tal proyecto gatopardista, sino que, aun teniendo una de las mayores valentías para enfrentarse a los gobiernos de turno, su atomización da señas de desorden y desorientación. Un ejemplo, es la paralización de todos los estamentos del Liceo de Aplicación esta semana, donde ante un estudiantado que había vuelto una rutina métodos de movilización de los más radicales como las barricadas y los enfrentamientos con la policía, no solo había cansancio sino preocupación de la propia integridad de la comunidad. Esta situación en ningún caso positiva para la movilización estudiantil, es además, totalmente anómala si comparamos la realidad de ese colegio y los colegios municipales más precarizados de Santiago, con las de los cientos de colegios subvencionados de la comuna, los que, en una realidad paralela, hace muchos años no tienen una movilización que no sea la mera asistencia a una marcha, y que lamentablemente, mantienen dentro de sus discusiones internas el tema del proyecto solo enfocado desde lo financiero del colegio y como se verán afectadas las familias ante las decisiones de los sostenedores de subir aranceles y volverse particulares o acceder a otra de las sugerencias estatales.

Representantes CDP marchando hacia Valparaíso
Sin embargo, y de manera casi impresionante ante tal panorama, han sido los profesores, especialmente desde él Colegio de Profesores, los únicos que ha logrado generar una posición clara de rechazo al proyecto de Nueva Educación Pública. Este martes, los profesores fueron marchando hacía el congreso en Valparaíso exigiendo cambiar el sistema de “vouchers”, haciendo una “peregrinación” caminando por Ruta 68 al puerto principal, y en casi todas sus apariciones públicas no han dejado de sostener que el proyecto mantiene las lógicas de competencia.

Dicho todo lo anterior, me parece que hay una situación compleja y que necesita soluciones pronto. Los estudiantes secundarios no por nada fueron uno de los actores más relevantes en despertar a un país dormido en la falsa democracia transada después de la dictadura, y si bien, no dudo en ningún caso de la capacidad que tienen y pueden tener los actuales representantes de los secundarios, es triste ver lo poco que han podido sobresalir por todo lo que ha ido ocurriendo. Por lo mismo, creo que es vital que se genere un planteamiento serio y un análisis cauto de las demandas, de sus métodos de organización y, porque no también (siendo un poco más idealista) de sus organizaciones. Lamentablemente, quienes tienen hoy en día más representación dentro de los espacios estudiantiles establecidos, están pensando más en su interés superior individual que en la riqueza histórica, la memoria, y la valoración social de los estudiantes como actores, y si bien, entendiendo su autonomía nadie puede ir a criticarles nada, no deja de dar rabia como ante tanto desorden y falta de estrategia, los gobiernos se “baipaseen” a quienes tantas veces los tuvieron en jaque. 

Por otra parte, es necesario también, como medidas urgentes, la unidad dentro de los distintos grupos estudiantiles para manifestarse. Es triste ver contra manifestaciones como la ocurrida este jueves entre secundarios (justificada quizás, pero triste), como también manifestaciones de universitarios y secundarios días distintos, cuando aún con demandas claramente diferentes, es mucho mejor ver la alameda con miles de personas que pequeñas marchas de mil. Bueno, en esto último, gran culpable siempre ha sido la organización universitaria que ha sabido aprovecharse de sus compañeros de uniforme por años, quedándose siempre con gran parte o casi toda la incidencia mediática.

Fuera de la forma en que han ocurrido hasta hoy los hechos, y los distintos problemas de organización, así como a finales del 2010 se organizó todo poco a poco para el año siguiente, los secundarios en un semestre con poca visibilidad siempre tienen una nueva oportunidad de reagruparse, ordenar un poco sus filas y emplazar a toda la sociedad a levantarse. Más aún si entendemos que, ante la eventualidad de un gobierno de derecha, hasta aquellos que hoy defienden proyectos contrarios a los mismos estudiantes estarán en pie de guerra. Esperemos, eso sí, que no sea tarde. Que no se utilice como excusa el proyecto actual para cerrarles las puertas a los estudiantes con el reciente cambio como excusa, y que, por fin vuelvan a ser los ataques al modelo y a la segregación lo más importante, como también levantar la urgencia de una educación como derecho social, laica, gratuita, no sexista e igualitaria para todas y todos.