lunes, 29 de agosto de 2011

A 3 años del "Derrumbe de la Educación" Liceo de Aplicación...





Ya se han cumplido 3 años desde que en el Liceo de Aplicación ocurrió quizás uno de los hechos más lamentables de su historia, el derrumbe del túnel en Cumming 21. Dejando de lado los hechos que lo ocasionaron, podríamos decir que en medio de la crisis, tuvimos que pasar nuestros conflictos rápidamente para unirnos como comunidad y empezar una larga lucha contra las autoridades para intentar recuperar nuestra casa.

El derrumbe fue un ejemplo claro de como se encuentra la educación publica en el país y demostró la intención que tiene el modelo neoliberal y sus servidores, las autoridades, de derrumbar las pocas instituciones educativas emblemáticas que hasta el momento van quedando. Pero antes de comenzar con nuestra lucha por recuperar nuestro espacio, tenemos que reconocer que primero tuvimos una gran pelea con el fin de conseguir la unión que necesitábamos para poder emprender esa lucha. Las autoridades se empeñaron en separarnos, aplicaron la estrategia de jugar al desgaste de nuestra lucha, pero no lo consiguieron, y además, recordamos con desprecio como en ese entonces, no había intenciones ni voluntad siquiera de mantener a la comunidad del liceo unida.

Se logra encontrar entonces, el recinto de Huérfanos de la Universidad de la Republica, lugar donde por lo menos nos logramos mantener unidos los alumnos  mientras se reconstruye nuestro liceo, cosa que ha sido la constante batalla desde ese entonces, no olvidamos tampoco la promesas que sonaban fantásticas, una reconstrucción de casi 14 mil millones,  pero que finalmente se quedaron solo en promesas que nunca se cumplieron.

Con el tiempo, nos  dimos cuenta cómo dos generaciones completas del liceo ingresan sin saber cuál es su verdadera casa, no supieron lo que era correr por los pasillos de Cumming 29, ni ver obras en la pérgola, ni hacer asambleas en el gimnasio, y la promesa del gran liceo cada vez se esfumaba más. Vino el terremoto y finalmente fue la excusa perfecta para que las autoridades demostraran lo que había sido su verdadera intención desde un principio: destruirnos completamente.

Pero lo que ellos no recordaban, era que estando en otro lugar, teniéndonos hacinados, los estudiantes aun nos encontrábamos ahí, éramos los mismos estudiantes de un liceo con historia de lucha por justicia social, que siempre se ha caracterizado por la formación de gente critica, los mismos que con nuestro recuerdo fuimos capaces de levantarnos contra la autoridad y sus promesas falsas y junto a toda la comunidad exigir lo que nos corresponde. Defendimos la casa canaria y logramos a fines del año pasado ganar una batalla donde terminamos haciendo que las autoridades hicieran un real cronograma de construcción, donde no solo los comprometimos a cumplirnos, sino que nosotros seriamos quienes velaríamos porque ellos trabajen.


Manteniendo esta lucha interna con las autoridades para que construya nuestro liceo, los estudiantes y gran parte de la comunidad del Liceo de Aplicación no solo nos mantenemos más despiertos que nunca por esto, sino que también pasamos a ser parte de la movilización social mas grande vista en décadas, siendo el primer Liceo en movilizarse el día 4 de junio del año 2011 por las falencias de un sistema educativo que reproduce la desigualdad del país en su modelo. Los mismos que no nos querían reconstruir nuestro liceo hoy defienden este sistema educativo de mercado, y defienden sus intereses por encima del bien de todos.

Aunque ya ha pasado tanto tiempo, sabemos que seguimos los mismos, hemos demostrado que podemos dar estas luchas, y además salir victoriosos, porque hoy en día, aunque por un lado se encuentre en el piso, el alma del Liceo de Aplicación esta mas fuerte que nunca, la vida del liceo se mantiene con nosotros, y se defenderá hasta estar completamente recuperada y hasta conseguir una educación igualitaria, gratuita, publica y de calidad.