Luego de casi tres años donde abandone este espacio público y a la vez muy intimo en el cual subía diversas opiniones de la coyuntura nacional, como de los espacios de organización de los que soy parte, hace algún tiempo me rondaba la idea de volver a retomar este pequeño y humilde espacio web que no solo me sirve para recopilar ideas propias, sino para ver cuanto se crece y como se avanza.
Podría decir que he cambiado, crecido, generado experiencias distintas (quizás lo que más me aceptaría aseverar), pero la verdad, esto lo tomo con la lectura fría y visceral que me identifica. Con la calma nerviosa y la seguridad desconfiada de quien se convence día a día más de lo que cree persigue, pero se cuestiona su realidad, sus actos y los avances, caídas, victorias, tristezas, emociones, etc.
En otras palabras, es necesario reconocer que en cierta parte aparecen miedos. Los demonios de no gustarse en el pasado, las inseguridades y los cuestionamientos. Pero dentro de tantos dualismos y generando una metáfora bien religiosa entre la luz y la oscuridad para alguien que se considera laico, hay también un ángel entendido como esperanza, como reafirmar convicciones y seguir intentando sumar granitos de arena como una hormiga más, siempre bien idealista y soñadora.
Además, los proyectos actuales me obligan a estudiar y opinar, como también reconozco logran hacer sentir que uno crece día a día. Y si bien las banderas de lucha tienen como objetivos la búsqueda de una sociedad igualitaria, digna y sin opresiones, siempre desde una posición claramente definida contra el capitalismo y los imperialismos, el uso de la herramienta de los Derechos Humanos que actualmente desarrollamos también la considero vital para estos objetivos (obviamente entendiendo estos últimos de una manera crítica que desnaturalice su clásica concepción).
En fin, solo quería escribir que volveré a ocupar esto y veremos si por lo menos algo mejor se ven las palabras de aquí en adelante, y bueno, si se ven algo peor, estará abierto para comparar :)