martes, 6 de septiembre de 2016

Discurso Foro: Defensa Efectiva de los DDHH a 26 años de la Dictadura


Desde el 30 de junio de este año me ha tocado liderar el trabajo de la Comisión Chilena Pro-Derechos Juveniles, y el día martes 6 de septiembre se hizo un evento formal para dar pie al nuevo ciclo y grupo de trabajo, como para compartir junto a otras organizaciones discutiendo acerca de la defensa efectiva de los Derechos Humanos a 26 años de la dictadura.

Acá dejo el discurso que tuve que dar en aquella oportunidad. 

Buenas tardes a todos y todas las presentes, quiero partir diciendo que nos llena de alegría y felicidad el poder generar este evento, en especial por todo lo que ha ocurrido con la Comisión Chilena Pro-Derechos Juveniles este año, como por poder contar con quienes nos acompañan hoy en día, tanto de las diferentes organizaciones representadas en el próximo foro, como los compañeros del V congreso estudiantil de DDHH de la Universidad, y también por las dos personas que homenajearemos el día de hoy condecorándolos como consejeros honorarios de la organización, que esperamos nos acompañen asesorándonos en las distintas decisiones que tomemos a futuro.

Quiero partir agradeciendo también a todos los compañeros de la organización que han hecho posible la realización de este evento, que no ha sido de lo más fácil levantar, como a la gente de la Facultad de Derecho de la UCH y a todos y todas las presentes por hacerse parte de una actividad que si bien es la primera de lo que nos gustaría sea una costumbre a futuro, está marcada por el pasado que va sujeto tanto a nosotros como a nuestros actos, y por todas esas personas que fundaron la Codeju hace ya 39 años haciendo de esta organización, la organización de Derechos de jóvenes, niños y adolescentes más antigua del país, como una de vital importancia en la denuncia de los crímenes de la dictadura militar y que hoy en día se ha vuelve a activar con fuerza en la lucha por la defensa efectiva de los Derechos Humanos y la enseñanza del uso de estos como la herramientas de defensa que deben ser.

No podemos aceptar el falso cuento de que ha llegado la Democracia y con este el fin de las violaciones estructurales a los Derechos Humanos. La consolidación de un sistema político-económico totalmente criticable desde la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, hacen urgente la organización colectiva y enseñanza sobre estas armas a las que todos podemos recurrir en un Estado donde los intereses hegemónicos particulares y la cantidad de capital condicionan los derechos de las personas. No podemos negar que recién hace 5 años se generó un despertar tras años de letargo que parecía no tener fin, pero la escaza participación política y social juvenil se mantiene, y las alarmantes condiciones desiguales de vida en Chile hacen no solo que desde la codeju nos planteemos críticamente frente a la interpretación formal de los Derechos Humanos, sino que entendamos esta convicción de cambio en la sociedad el motivo de nuestro actuar.

Por esto mismo, socializar el sentido común de los Derechos Humanos en un primer gran trabajo, y es en gran parte lo que se ha logrado ir construyendo desde el Programa de Derechos Humanos que hemos levantado este año y que ya ha tenido éxitos en su ejecución. Hemos trabajado este primer semestre con cerca de 400 estudiantes, en su gran mayoría secundarios, donde nos han abierto las puertas tanto profesores prestándonos horas, como estudiantes en sus movilizaciones, y donde además vemos en la práctica que no es casualidad la existencia de un sistema educativo tan segregador y violento.

Para darles un ejemplo, estuvimos en el Liceo Valentín Letelier en Recoleta un día de lluvia. El Valentín Letelier, uno de los liceos más importantes de la historia de la educación en Chile, nos tuvo atrapados junto a la mitad de sus estudiantes en el casino del colegio porque se llovía por todas partes. El director prefirió enviar a todo sus estudiantes asistentes a ver nuestra charla. Sin micrófono, con pocos equipos técnicos, y con el sonido de la lluvia inundando la biblioteca y las pocas salas utilizables, sumado a tener más de 200 estudiantes encerrados. Soy sincero en que fue poco lo que pudimos lograr con una clase sobre Educación y Derechos Humanos en esas condiciones, pero los pocos que pudieron concentrarse si bien se veían agradecidos, nos daban a entender que ellos vivían una desigualdad tremenda día a día como colegio municipal de una comuna pobre y sin recursos, y que la apatía y el desinterés de sus compañeros es síntoma de esta desigualdad.

Los trabajos de este tipo, como los proyectos de memoria a los que me referiré a continuación han generado un crecimiento importante que se suma a la forma en la que la Codeju se ha organizado desde este año. La conformación de un equipo ejecutivo después de mucho tiempo ha sido clave para esto, tanto así que desde el Programa de Derechos Humanos ya estamos postulando a generar proyectos de esta índole a nivel nacional, volviendo a la tónica de lo que era esta organización en la antiguedad con sedes regionales. Pero si bien vemos con orgullo el crecimiento y éxito de los pequeños logros, somos cautos y sinceros en decir que no es suficiente frente a la realidad país y a las vulneraciones de derecho que ocurren día a día en Chile.

La interferencia de intereses económicos han relativizado el derecho a la educación, pero también la salud y la vivienda digna, donde si bien en el papel se dicen derechos garantizados, se condicionan al nivel socio-económico de las personas y su capacidad de ingreso. Las comunidades indígenas siguen situadas al sur de Chile, y así como ocurre en las comunidades mapuches año a año son más las denuncias de tortura y agresiones de parte de agentes del Estado por manifestantes en todo el país. La ONU lo ha dicho esta semana, Chile tiene obligación de generar un protocolo contra la tortura. Tortura que a todo esto ni siquiera está tipificada como delito en el país cuando es una realidad con el solo hecho de salir a una manifestación. El caso de Constanza Vargas en Concepción si bien generó revuelo, sabemos que no es un hecho aislado. A los agentes policiales no les basto con arrancarle sus aros con alicates y golpearla lo suficiente para dejarle serias contusiones por todo el cuerpo, sino que gritarle “camioná” o “maraca” fueron parte de la tortura recibida. Recordemos además, que es un área dentro de la defensa de los Derechos Humanos las luchas contra la discriminación raciales, sexuales, religiosas y culturales aún existentes y naturalizadas por nuestra sociedad hoy en día. Hoy estamos felices de que nos acompañe Víctor Hugo Robles quien tiene una vida de lucha en contra de la discriminación sexual, y que tiene una vida luchando para que los derechos sexuales dejen de concebirse como algo alejado de la esfera de Derechos Humanos.

Por otra parte, no podemos dejar de encontrar dramáticos también los hechos que se han dado a conocer a la luz pública los últimos meses sobre el Servicio Nacional de Menores y las cifras aún no concretas de cientos de niños muertos. Es completamente indignante e inaceptable que quienes deben tener un mayor resguardo en sus derechos como son los niños y adolescentes con diferentes problemas sociales y que están en plena etapa de desarrollo, tengan un sistema de reinserción que los denoste de esa forma, y que por los hechos verificables de los últimos tiempos este conllevando a la muerte de estos mismos.

Sin embargo, que de ninguna manera se entienda que al decir que los jóvenes y niños deben tener mayor resguardo esto significa que sean tabulas rasas o pierdan su calidad de actores importantes dentro de la sociedad. Es cosa de recordar que fueron los estudiantes que desde el 2001 y con mayor fuerza el 2006 emplazaron a la sociedad por sus Derechos antes que cualquiera, así como también ellos son gran parte de los que lucharon por el fin de la Dictadura y que olvidarlos sería no cumplir con la construcción social de memorias como condición mínima para el respeto de nuestros Derechos.
Con respecto a esto mismo, y entendiendo que estamos en un mes que en nuestro país siempre será ligado al “ni perdón ni olvido” y al “nunca más”, es que en conjunto al Museo de la Memoria hemos generado los talleres “construyendo memorias colectivas” que se ejecutarán durante todo el mes de septiembre, donde los participantes tendrán que hacer investigaciones sobre la historia en dictadura de las personas, liceos u organizaciones de las que son parte actualmente, y tendrán que generar exposiciones al final de su trabajo. Todos los resultados de este trabajo podrán encontrarlos después en nuestros medios de difusión oficiales, creemos que es una gran iniciativa el poder generar estos trabajos coordinados con otras organizaciones, y esperamos sea el primer trabajo de muchos a futuro.

Así también es que nace la idea de un foro donde distintas organizaciones y académicos nos hablen de la defensa efectiva en esta democracia post dictatorial. Creemos que el mundo de los Derechos Humanos debe ir creciendo aún más, y es vital la cooperación entre todos quienes nos hacemos parte de este rubro.

Por lo mismo, y volviendo al tema de cómo concebir los Derechos Humanos ya para ir cerrando, es que de la mano a  la crítica que hacemos a la forma amplia y ambigua de entender los Derechos Humanos por parte de los Estados, especialmente por Chile, es que concebimos que como organización podemos aportar a la defensa de estos con dos ideas centrales: La primera es la educativa, incentivando la organización entre los jóvenes, generando talleres de liderazgo, investigando y denunciando las violaciones generadas por el Estado enseñando a utilizar los Derechos Humanos como herramienta política de cambio, etc. Pero por otra parte, y aún más importante, somos conscientes de que los cambios concretos sobre el tema son de ámbito político. Los Derechos Humanos si bien se deben materializar en acciones concretas, no son simple abstracción, no pueden dejar de entenderse con características políticas, y por lo mismo creemos que lo primordial como organización para conseguir nuestro fines es el activismo, ya que la verdadera democracia y la búsqueda por una sociedad con respeto real a los Derechos es una lucha que aún no termina y que seguirá mientras existan las desigualdades e injusticias sistemáticas en el país.

El llamado entonces, es a hacer nuestra esta lucha, a utilizar a nuestro favor las herramientas y a socializarlas entre todos para hacer de esta sociedad una cada vez más empoderada y que comprenda lo saqueada y abusada que ha sido estos años, para que poco a poco por fin vayamos generando un camino a victorias reales, a igualdad de oportunidades y al derecho a vivir dignamente y con alegría.

Espero disfruten de la actividad, muchas gracias.

Afiche de Invitación al Foro

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