Desde el 30 de junio de este año me ha tocado liderar el trabajo de la Comisión Chilena Pro-Derechos Juveniles, y el día martes 6 de septiembre se hizo un evento formal para dar pie al nuevo ciclo y grupo de trabajo, como para compartir junto a otras organizaciones discutiendo acerca de la defensa efectiva de los Derechos Humanos a 26 años de la dictadura.
Acá dejo el discurso que tuve que dar en aquella oportunidad.
Acá dejo el discurso que tuve que dar en aquella oportunidad.
Buenas tardes a todos y todas las presentes, quiero partir diciendo que
nos llena de alegría y felicidad el poder generar este evento, en especial por
todo lo que ha ocurrido con la Comisión Chilena Pro-Derechos Juveniles este
año, como por poder contar con quienes nos acompañan hoy en día, tanto de las
diferentes organizaciones representadas en el próximo foro, como los compañeros
del V congreso estudiantil de DDHH de la Universidad, y también por las dos
personas que homenajearemos el día de hoy condecorándolos como consejeros
honorarios de la organización, que esperamos nos acompañen asesorándonos en las
distintas decisiones que tomemos a futuro.
Quiero partir agradeciendo también a todos los compañeros de la
organización que han hecho posible la realización de este evento, que no ha
sido de lo más fácil levantar, como a la gente de la Facultad de Derecho de la
UCH y a todos y todas las presentes por hacerse parte de una actividad que si
bien es la primera de lo que nos gustaría sea una costumbre a futuro, está
marcada por el pasado que va sujeto tanto a nosotros como a nuestros actos, y
por todas esas personas que fundaron la Codeju hace ya 39 años haciendo de esta
organización, la organización de Derechos de jóvenes, niños y adolescentes más
antigua del país, como una de vital importancia en la denuncia de los crímenes
de la dictadura militar y que hoy en día se ha vuelve a activar con fuerza en
la lucha por la defensa efectiva de los Derechos Humanos y la enseñanza del uso
de estos como la herramientas de defensa que deben ser.
No podemos aceptar el falso cuento de que ha llegado la Democracia y con
este el fin de las violaciones estructurales a los Derechos Humanos. La
consolidación de un sistema político-económico totalmente criticable desde la
perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, hacen urgente la organización
colectiva y enseñanza sobre estas armas a las que todos podemos recurrir en un
Estado donde los intereses hegemónicos particulares y la cantidad de capital
condicionan los derechos de las personas. No podemos negar que recién hace 5
años se generó un despertar tras años de letargo que parecía no tener fin, pero
la escaza participación política y social juvenil se mantiene, y las alarmantes
condiciones desiguales de vida en Chile hacen no solo que desde la codeju nos
planteemos críticamente frente a la interpretación formal de los Derechos
Humanos, sino que entendamos esta convicción de cambio en la sociedad el motivo
de nuestro actuar.
Por esto mismo, socializar el sentido común de los Derechos Humanos en
un primer gran trabajo, y es en gran parte lo que se ha logrado ir construyendo
desde el Programa de Derechos Humanos que hemos levantado este año y que ya ha
tenido éxitos en su ejecución. Hemos trabajado este primer semestre con cerca
de 400 estudiantes, en su gran mayoría secundarios, donde nos han abierto las
puertas tanto profesores prestándonos horas, como estudiantes en sus
movilizaciones, y donde además vemos en la práctica que no es casualidad la
existencia de un sistema educativo tan segregador y violento.
Para darles un ejemplo, estuvimos en el Liceo Valentín Letelier en
Recoleta un día de lluvia. El Valentín Letelier, uno de los liceos más
importantes de la historia de la educación en Chile, nos tuvo atrapados junto a
la mitad de sus estudiantes en el casino del colegio porque se llovía por todas
partes. El director prefirió enviar a todo sus estudiantes asistentes a ver
nuestra charla. Sin micrófono, con pocos equipos técnicos, y con el sonido de
la lluvia inundando la biblioteca y las pocas salas utilizables, sumado a tener
más de 200 estudiantes encerrados. Soy sincero en que fue poco lo que pudimos
lograr con una clase sobre Educación y Derechos Humanos en esas condiciones,
pero los pocos que pudieron concentrarse si bien se veían agradecidos, nos
daban a entender que ellos vivían una desigualdad tremenda día a día como
colegio municipal de una comuna pobre y sin recursos, y que la apatía y el
desinterés de sus compañeros es síntoma de esta desigualdad.
Los trabajos de este tipo, como los proyectos de memoria a los que me
referiré a continuación han generado un crecimiento importante que se suma a la
forma en la que la Codeju se ha organizado desde este año. La conformación de
un equipo ejecutivo después de mucho tiempo ha sido clave para esto, tanto así
que desde el Programa de Derechos Humanos ya estamos postulando a generar
proyectos de esta índole a nivel nacional, volviendo a la tónica de lo que era
esta organización en la antiguedad con sedes regionales. Pero si bien vemos con
orgullo el crecimiento y éxito de los pequeños logros, somos cautos y sinceros
en decir que no es suficiente frente a la realidad país y a las vulneraciones
de derecho que ocurren día a día en Chile.
La interferencia de intereses económicos han relativizado el derecho a
la educación, pero también la salud y la vivienda digna, donde si bien en el
papel se dicen derechos garantizados, se condicionan al nivel socio-económico
de las personas y su capacidad de ingreso. Las comunidades indígenas siguen
situadas al sur de Chile, y así como ocurre en las comunidades mapuches año a
año son más las denuncias de tortura y agresiones de parte de agentes del
Estado por manifestantes en todo el país. La ONU lo ha dicho esta semana, Chile
tiene obligación de generar un protocolo contra la tortura. Tortura que a todo
esto ni siquiera está tipificada como delito en el país cuando es una realidad
con el solo hecho de salir a una manifestación. El caso de Constanza Vargas en
Concepción si bien generó revuelo, sabemos que no es un hecho aislado. A los
agentes policiales no les basto con arrancarle sus aros con alicates y
golpearla lo suficiente para dejarle serias contusiones por todo el cuerpo,
sino que gritarle “camioná” o “maraca” fueron parte de la tortura recibida.
Recordemos además, que es un área dentro de la defensa de los Derechos Humanos
las luchas contra la discriminación raciales, sexuales, religiosas y culturales
aún existentes y naturalizadas por nuestra sociedad hoy en día. Hoy estamos
felices de que nos acompañe Víctor Hugo Robles quien tiene una vida de lucha en
contra de la discriminación sexual, y que tiene una vida luchando para que los
derechos sexuales dejen de concebirse como algo alejado de la esfera de
Derechos Humanos.
Por otra parte, no podemos dejar de encontrar dramáticos también los
hechos que se han dado a conocer a la luz pública los últimos meses sobre el
Servicio Nacional de Menores y las cifras aún no concretas de cientos de niños
muertos. Es completamente indignante e inaceptable que quienes deben tener un
mayor resguardo en sus derechos como son los niños y adolescentes con
diferentes problemas sociales y que están en plena etapa de desarrollo, tengan
un sistema de reinserción que los denoste de esa forma, y que por los hechos
verificables de los últimos tiempos este conllevando a la muerte de estos
mismos.
Sin embargo, que de ninguna manera se entienda que al decir que los
jóvenes y niños deben tener mayor resguardo esto significa que sean tabulas
rasas o pierdan su calidad de actores importantes dentro de la sociedad. Es
cosa de recordar que fueron los estudiantes que desde el 2001 y con mayor
fuerza el 2006 emplazaron a la sociedad por sus Derechos antes que cualquiera,
así como también ellos son gran parte de los que lucharon por el fin de la
Dictadura y que olvidarlos sería no cumplir con la construcción social de
memorias como condición mínima para el respeto de nuestros Derechos.
Con respecto a esto mismo, y entendiendo que estamos en un mes que en
nuestro país siempre será ligado al “ni perdón ni olvido” y al “nunca más”, es
que en conjunto al Museo de la Memoria hemos generado los talleres
“construyendo memorias colectivas” que se ejecutarán durante todo el mes de
septiembre, donde los participantes tendrán que hacer investigaciones sobre la
historia en dictadura de las personas, liceos u organizaciones de las que son
parte actualmente, y tendrán que generar exposiciones al final de su trabajo.
Todos los resultados de este trabajo podrán encontrarlos después en nuestros
medios de difusión oficiales, creemos que es una gran iniciativa el poder
generar estos trabajos coordinados con otras organizaciones, y esperamos sea el
primer trabajo de muchos a futuro.
Así también es que nace la idea de un foro donde distintas
organizaciones y académicos nos hablen de la defensa efectiva en esta
democracia post dictatorial. Creemos que el mundo de los Derechos Humanos debe
ir creciendo aún más, y es vital la cooperación entre todos quienes nos hacemos
parte de este rubro.
Por lo mismo, y volviendo al tema de cómo concebir los Derechos Humanos
ya para ir cerrando, es que de la mano a la crítica que hacemos a la
forma amplia y ambigua de entender los Derechos Humanos por parte de los
Estados, especialmente por Chile, es que concebimos que como organización
podemos aportar a la defensa de estos con dos ideas centrales: La primera es la
educativa, incentivando la organización entre los jóvenes, generando talleres
de liderazgo, investigando y denunciando las violaciones generadas por el
Estado enseñando a utilizar los Derechos Humanos como herramienta política de
cambio, etc. Pero por otra parte, y aún más importante, somos conscientes de
que los cambios concretos sobre el tema son de ámbito político. Los Derechos
Humanos si bien se deben materializar en acciones concretas, no son simple
abstracción, no pueden dejar de entenderse con características políticas, y por
lo mismo creemos que lo primordial como organización para conseguir nuestro
fines es el activismo, ya que la verdadera democracia y la búsqueda por una
sociedad con respeto real a los Derechos es una lucha que aún no termina y que
seguirá mientras existan las desigualdades e injusticias sistemáticas en el país.
El llamado entonces, es a hacer nuestra esta lucha, a utilizar a nuestro
favor las herramientas y a socializarlas entre todos para hacer de esta
sociedad una cada vez más empoderada y que comprenda lo saqueada y abusada que
ha sido estos años, para que poco a poco por fin vayamos generando un camino a
victorias reales, a igualdad de oportunidades y al derecho a vivir dignamente y
con alegría.
Espero disfruten de la actividad, muchas gracias.
Afiche de Invitación al Foro |
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